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Compartiendo Buenas Noticias de las hermanas de la región de Perú

04/10/2015

“Aquí está mi casa abierta, hay un plato por ti en nuestra mesa, sombra de árbol para tu cabeza, libro abierto tu vida mi puerta…”   “Vayan a la Galilea que allí me verán” (Mc 28,7) es la invitación de Jesús para este tiempo tan bonito que vive el pueblo cristiano. Esta propuesta es la […]

“Aquí está mi casa abierta, hay un plato por ti en nuestra mesa,
sombra de árbol para tu cabeza, libro abierto tu vida mi puerta…”

 

“Vayan a la Galilea que allí me verán” (Mc 28,7) es la invitación de Jesús para este tiempo tan bonito que vive el pueblo cristiano. Esta propuesta es la que nos anima como Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús en Perú, a vivir una nueva etapa como comunidad desde la experiencia de conformar dos presencias en Perú.
Muchas hermanas de la congregación, saben que esta Pascua – 2015 nos ha encontrado habitando una nueva casa, en la Diócesis de San Juan de Lurigancho (SJL). El proceso de la apertura de nuestra presencia en este nuevo lugar, ha sido fruto de un camino dialogado, discernido y orado entre todas, también hemos contado, con el apoyo y acompañamiento de diversas personas con mucha experiencia en el lugar, quienes han sido nuevos hermanos y hermanas de camino. Con el deseo de permanecer atentas a las intuiciones de la Ruaj– Espíritu Santo, es que nos atrevemos a abrir las puertas de nuestra nueva casa, de nuestro corazón y mente para comprender mejor las distintas realidades que nos desafían y que queremos acompañar.
En ese sentido, el mes de marzo ha sido para nosotras un gran desafío de llegar al nuevo lugar e intentar acercarnos con cuidado a la dinámica del barrio, respetando siempre el nuevo estilo de vida. Desde la vivencia sentida como comunidad, creemos que este tiempo se trata de conocer, dejarse conocer, experimentar nuevos caminos con mucha apertura y flexibilidad, e ir ensayando un nuevo modo de ser y estar como mujeres consagradas dominicas.
La casa está ubicada en la calle los Cuarzos y se encuentra rodeada por un gran movimiento comercial (pequeños mercados) y de movilidad pública, esto debido a las largas avenidas ubicadas paralelas a la casa. SJL es uno de los distritos más poblados de la gran Lima, un lugar que recibe mucha migración interna de todos los departamentos del País.
Les compartimos que actualmente somos una comunidad con dos presencias, la casa en Magdalena del Mar donde están viviendo las hermanas Sonia y Mónica y en SJL están las hermanas Zeneyda, Raquel y María Alejandra.
En la casa de SJL, cada una de nosotras vamos desplegando nuestros carismas y dones personales, a la vez que asumiendo nuevos compromisos. A nivel pastoral en la Parroquia San Marcos en el área de Dignidad Humana; a nivel de la Vicaría en el acompañamiento al Equipo Docente y a nivel de Vida Religiosa aportando a un proyecto inter- congregacional en vista a la atención de mujeres en situación de riesgo. A la vez que formamos parte del equipo de radio que anima un programa que lleva por nombre “Iglesia en Diálogo” y acompañamos a un grupo de Jóvenes Discípulos de la Parroquia San Gregorio Magno en Mangomarca.
Por otro lado, en la comunidad de Lima se continua con el acompañamiento a los jóvenes privados de libertad en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación – Lima y con el acompañamiento a las mujeres y varones privados de libertad en los penales de Lima, sumándonos al trabajo de equipo en CEAS (Comisión Episcopal de Acción Social). Otros espacios de trabajo son las clases en el ISET y la participación en diferentes equipos de la CONFER y de la Federación de Dominicas.

Festejando y pidiendo la bendición para nuestra nueva presencia en SJL

Traemos a la memoria una danza de la música negra peruana llamada Festejo. La característica de esta danza es que se puede bailar de a dos o en grupo grande, porque permite que todos se pongan en movimiento, es muy alegre y contagiosa; quizás esta imagen ayude a darnos cuenta como el ritmo de la ciudad y de la costa peruana está en permanente movimiento e interacción mutua, de la misma manera en la dinámica de la vida cotidiana nos vamos sintiendo de este modo. Es decir, generando el aprendizaje de movernos e itinerar con flexibilidad tanto física como mental para ir construyendo entre todas, una manera de permanecer comprometidas en estos lugares de vida.
El día domingo Pascua de Resurrección toda la comunidad estuvimos reunidas en la casa en SJL, con una expectativa nueva y muy profunda de querer celebrar, bendecir la casa y compartir un almuerzo muy gustoso con los nuevos amigos y amigas que fuimos conociendo, a lo largo de este proceso de acercamiento al lugar.
Algunas hermanas han participado en la celebración Eucarística de Resurrección a las cuatro de la mañana, (es una costumbre de aquí celebrar a esa hora)* ellas comparten que fue una experiencia muy profunda y participativa, porque se juntaron dos capillas vecinas y prepararon los momentos litúrgicos en conjunto con mayor creatividad y sencillez. A la vez que se ha tenido la sensación de un acercamiento a la posible vivencia de fe, de la experiencia de aquellas mujeres al llegar al sepulcro y encontrarlo vacío. La celebración se realizó en un parque rodeado de árboles, flores y el canto de los pájaros, en la que participaron muchas personas entre mujeres, varones, jóvenes, ancianos/as y niño/as, todos con la voluntad y el entusiasmo sentido de celebrar la Resurrección, que ofrece una nueva mirada y renueva las fuerzas para seguir luchando por una vida más digna y fraterna para toda/os.

Momento de la bendición de la casa

La celebración de la bendición de la casa la iniciamos con el canto casa abierta, estuvimos acompañadas de varios amigos y amigas (laico/as, sacerdotes, hermanas y niños), quienes han sido testigo/as de nuestro proceso y nos acompañaron en el camino de recorrer esta tierra sagrada. En la celebración de bendición nos animamos a traer a la memoria los años en que como congregación hemos transitado, por las zonas andinas del Perú. Hemos hecho un recorrido afectivo de la presencia en el sur andino y el deseo extensivo de toda la congregación de seguir haciendo camino y construir historia desde la pequeñez que somos, pero desde la grandeza con que Dios nos enriquece cada día cuando compartimos el pan, la palabra, el aliento, la vida, los afectos, el sufrimiento, el dolor, la esperanza y las desesperanzas… es por eso que nos animamos a decir una vez más que queremos ser casa para los hermanos y hermanas que busquen a Dios y seguir construyendo vínculos de fraternidad y comunión que apueste siempre por el bienestar de todos/as.
La bendición ha sido realizada el Padre Jorge Álvarez Calderón, quien a medida que echaba agua por la casa y a los participantes de la celebración, pedimos a Dios Padre y Madre, al Hijo Jesús Resucitado y al Espíritu de Amor y Verdad que este espacio sea sagrado para recibir a muchos hermana/os que buscan ser escuchado/as y acompañarnos mutuamente en el camino de la vida. Luego pasamos al brindis con un rico pisco sour preparado por nuestra hermana Zeneyda, compartimos el almuerzo, finalmente comimos un rico postre preparado por nuestra hermana Mónica.
Queridas hermanas/os estamos muy agradecidas por sus oraciones, llamadas, mensajes y gestos de cercanía que fuimos recibiendo durante estos días, nos sentimos unidas en la espiritualidad de Madre Elmina que siempre nos acompaña y queremos encomendarnos a sus oraciones para que la bendición y la apertura de la nueva casa sea siempre en Buena hora.

Hnas. Sonia, Zeneyda, María Alejandra, Raquel y Mónica
Comunidad de Lima 


* La Parroquia tiene varias capillas. La dinámica es que para alguna celebración se juntan de a dos. Nuestra referencia es la Capilla Virgen del Rosario y la capilla vecina se llama Virgen de la Fe.

 Video | Youtube | Momentos vividos en San Juan de Lurigancho