Cuando dio inicio a su obra, transformando su vivienda en asilo, el 28 de diciembre de 1886, respondió mucho más allá de lo esperado.
“No sólo con mi dinero sino con mi vida toda ayudaré a estos niños huérfanos… Mi casa será la de ellos…” fueron las palabras que dirigió a Fray Ángel María Boisdron, expresando el deseo más profundo de su corazón.
Domingo XXIV: Pedro “lo toma aparte y lo reprende”. Ante esta acción Jesús no lo deja de lado, sino que lo vuelve a convocar al seguimiento, aunque no tenga palabra que vengan de Dios sino respuestas solamente humanas. Muchas veces nosotros no terminamos de comprender. En algún momento el Señor nos abrirá el oído y caminaremos con Él.