Comentario bíblico
Domingo XXVII: Una persona con un corazón de carne es aquella que mira a los demás como iguales, con una misma dignidad, reconociendo en él o ella su originalidad, y con una realidad de edificar juntos un proyecto, porque nos podemos comunicar, decirnos, entrar en diálogo. Si esto se construye desde el amor, las posibilidades serán para “toda la vida”.