La evangelización digital no es una moda pasajera, sino una respuesta necesaria y providencial a los signos de los tiempos. Se trata de una forma contemporánea de llevar el mensaje de Cristo a un «continente digital» que se ha convertido en el principal ágora de la humanidad. El uso de las redes sociales para el anuncio del Evangelio no es una simple adaptación tecnológica, sino una extensión natural de la misión evangelizadora de la Iglesia, fundamentada en la Tradición y adaptada a las realidades del siglo XXI.