Comentario bíblico
DOMINGO XXII:La puerta del reino no es sólo estrecha y baja, sino que se presenta como una puerta que desconcierta al que invita. El que invita debe convocar en su banquete no a sus amigos y parientes sino aquellos más olvidados. Pareciera ser que el reino de Dios no busca la reciprocidad sino la gratuidad.