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La iglesia y los jóvenes: cambio de enfoque sugerido por el Sinodo

03/26/2019

El documento final del Sínodo señala que los adolescentes se alejan de la Iglesia cuando perciben la moral sexual como un conjunto de normas opresoras. Por eso se propone cambiar el enfoque. Se recomienda no explicar la moral desde un punto de vista exclusivamente doctrinal.

Francisco (27 de junio, 2018) “Yo debo hacer esto, esto, esto. Solo deber. Pero te falta algo. ¿Cuál es el fundamento de este deber?”.

El Sínodo sugiere apoyarse en otras ciencias humanas como la psicología para ayudarles a comprender las bases humanas de la doctrina.

Por ejemplo, en el documento final se califica la pornografía como una potencial dependencia. En un congreso organizado en diciembre de 2018 sobre adicciones los expertos explicaron por qué.

Peter C. Kleponis · Instituto de salud matrimonial (Estados Unidos): “Estamos viendo que la pornografía funciona igual que una sustancia adictiva. Esto es lo que señala la comunidad neurocientífica. Descubrieron que la droga y la adicción al sexo afectan al cerebro de la misma forma”.

Por otra parte el documento final subraya la necesidad de que los propios educadores, padres o sacerdotes se preparen bien. No es raro que su falta de tacto provoque el alejamiento de los jóvenes de la Iglesia porque no se sienten queridos o respetados.

Federico Tonioni es psicoterapeuta en el hospital Gemelli de Roma. Señala que es primordial hacer que los jóvenes se sientan valorados en el hogar. “Nosotros los padres hemos descubierto que no hay mejor baby sitter que el smartphone, un tablet o un ordenador. Y a menudo nos dejamos sustituir por ellos porque, es cierto, de vez en cuando conviene descansar ¿no? Es entonces cuando nos encontramos con esas madres que dicen: mi hijo, cuando se pone delante del ordenador, no se ve, no se siente. ¿Qué quiere decir esto? Que cuando lo pongo delante del ordenador consigo olvidarme de él”.

Tonioni explica que la raíz de muchos desequilibrios de los niños son provocados por la falta de afecto que sienten y no por su incapacidad.

El último apunte que lanza el documento final es recordar que educar a un joven no es una tarea exclusiva de los padres sino de todos los adultos que lo rodean. Es una llamada a la responsabilidad social. Como ejemplo se cita un proverbio repetido por el Papa a las escuelas.

Francisco “Esto hace pensar en un proverbio africano que dice: “Para educar a un hijo se necesita a todo un pueblo”. Digámoslo juntos: ¡Para educar a un hijo se necesita a todo un pueblo!”

Fuente de la noticia: Rome Reports