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La Palabra del Domingo: IV Domingo de Adviento, Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16; Romanos 16, 25-27; Lucas 1, 26-38

12/22/2014

En esta Navidad, que como María nos transformemos en portadores de la salvación y liberación Adentrándonos a la Palabra: La liturgia de este domingo nos ayuda a prepararnos de una manera especial para la celebración de la navidad. Los textos presentan a dos personajes muy significativos del tiempo de adviento, por un lado David y […]

En esta Navidad, que como María nos transformemos en portadores de la salvación y liberación

4 domingo

Adentrándonos a la Palabra:

La liturgia de este domingo nos ayuda a prepararnos de una manera especial para la celebración de la navidad. Los textos presentan a dos personajes muy significativos del tiempo de adviento, por un lado David y por otro la virgen María; junto a ellos, a sus respuestas y definiciones, vamos a intentar tejer juntos tres claves que nos indicarán el camino hacia el nacimiento del Señor.
El contexto de la primera lectura nos da la clave para comprender la trama que nos quiere presentar el libro de Samuel. David acababa de conseguir una relativa paz con la conquista de Jerusalén y los territorios aledaños; era una costumbre que el rey una vez conquistado el territorio ubique la capital, construya su palacio, y al lado del mismo el “Templo de su dios”. Y en esta situación nos encontramos, David haciendo lo que tenía que hacer como rey; el tema es que el Dios de su pueblo no era igual que los otros dioses. ¿Tú me construirás una casa a mí? Es una pregunta retórica que quiere manifestar ¡cómo es este Dios! El Dios de Israel es un Dios que siempre caminó con su pueblo, lo acompañó en el desierto, lo protegió y le ayudó a conquistar y construir lo que hoy es. Ante la propuesta de David, el Señor le ofrece otra alternativa; el mismo Señor le construirá una casa, una descendencia, un pueblo, en dónde habitará el mismo Dios. Y aquí está nuestra primera clave de este domingo último de adviento, el Señor habita en medio de su pueblo, viene allí, camina allí, vive en medio de la historia de su gente.
Pasemos ahora al texto del evangelio. Este relato lo conocemos muchísimo, es el encuentro de María con el ángel Gabriel; nos parece importante destacar las dos respuestas que tiene la virgen ante la propuesta del ángel. La primera tiene que ver con el asombro que vive al escuchar del ángel que ella iba a ser madre. Si podríamos comparar la reacción y la palabra de María con la de Zacarías que está en el mismo capítulo en la anunciación de Juan el Bautista, veríamos como nuestra madre responde con una actitud abierta y de una fe que interroga, cómo será eso; en cambio Zacarías responde al ángel cómo lo sabré si yo ya soy viejo y mi mujer de edad avanzada con una actitud que necesita comprobar lo que está por suceder. La otra palabra de María confirma lo dicho anteriormente en el texto de II de Samuel; la respuesta de María al ángel no es yo soy la servidora del Señor, sino aquí la servidora del Señor, manifestando que la disponibilidad de nuestra madre es una disponibilidad histórica que se concreta en el aquí y ahora de la vida de su pueblo; su respuesta no es una definición abstracta de lo que ella es, sino una respuesta que se sitúa en la historia cotidiana. Aquí está nuestra segunda clave que queríamos compartir desde nuestra reflexión.
Por último quisiéramos proponerles una tercera clave que unifica los dos textos. Tanto David con su descendencia, y María, se transforman en canales y vehículos de salvación. Y aquí está el aporte significativo que hacen ellos para que la presencia de Dios se reconozca en medio de la historia del pueblo; ellos aceptan transformarse en portadores de la salvación y liberación del pueblo. Que importante será en esta navidad que cada uno de nosotros pensemos y valoremos nuestra misión de llevar esta salvación a nuestros hermanos, porque hemos dialogado con el Señor, porque Él se nos manifestó en nuestra historia cotidiana, y queremos compartirla con los otros con los cuales construimos una historia diferente.

Hna Mariana Zossi OP y Grupo de Reflexión Bíblico (Fundación Elmina Paz –Gallo).
20 de Noviembre 2014