Encuentro de estudiantes “Boisdron mano amiga, corazón inquieto
Colegio Sagrada Familia- Santa Fe, DEL 15 al 17 de septiembre Ante los desafíos que nos plantea la educación de pre adolescentes, en un mundo cambiante, donde impera el relativismo y el individualismo, es necesario unir los esfuerzos para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones […]
Colegio Sagrada Familia- Santa Fe, DEL 15 al 17 de septiembre
Ante los desafíos que nos plantea la educación de pre adolescentes, en un mundo cambiante, donde impera el relativismo y el individualismo, es necesario unir los esfuerzos para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna.
En contextos de gran vulnerabilidad, se requiere de comunidades y personas que puedan acoger y acompañar a las jóvenes generaciones, proponiendo instancias de encuentro y reflexión, que permitan convocarlos a caminar juntos, desde el proyecto de Jesús.
Por tal motivo se propone este encuentro en el que se propició el intercambio entre los estudiantes de las distintas comunidades, momentos de celebración y de profundización carismática. Hubo instancias de estudio compartido y discernimiento común, en torno a la importancia de la participación dentro de las comunidades, asumiendo la circularidad como modo de vida, estilo de relaciones y forma de organización.
“Boisdron, mano amiga corazón inquieto”, es el lema que acompañó el Encuentro de Estudiantes 2023 en el Colegio Sagrada Familia de Santa Fe. El mismo nos invitó a pensar y vivir juntos, este año que comenzamos en torno a la vida de Fray Ángel María Boisdron.
Junto al lema nos acompaña el logo, que intenta explicar lo que Boisdron ha significado y significa para los que caminamos en la espiritualidad de Domingo y Elmina Paz. Con este sueño de haber dado su vida a los demás, lejos de los suyos, podemos ver como Fray Ángel, parte hacia nuevos rumbos, donde lo que único que le movía, era el encontrarse con los demás por medio de la misión apasionada y por los nuevos aires que experimentaba vivir.
Junto a su maletín cargado de sueños, emprende viajes hacia tierras tucumanas sin saber lo que venía por delante. Su pasión por seguir los pasos de Jesús con un corazón inquieto, apasionado, misionero y aventurero lo desafía al compromiso por y para los demás. El tren, simboliza los caminos que se unen y los proyectos que, a futuro, tendrán otra sintonía: la del amor y la entrega.
El encuentro estuvo organizado en base a tres núcleos de la vida de Boisdron: el aspecto humano, el social y el espiritual. Cada uno de estos núcleos se subdividían en 5 talleres, respondiendo cada uno a un sentido (tacto, olfato, oído, gusto y vista) Cada taller proponía una experiencia sensorial para profundizar un aspecto de la vida de Boisdron.
En el núcleo humano, los temas trabajados fueron:
- Taller 1: Dejar su ciudad natal (a partir del sentido del olfato)
- Taller 2: Estudio (a partir del sentido del oído)
- Taller 3: La necesidad de trabajar con otros (a partir del sentido del tacto)
- Taller 4: La pérdida del hermano (a partir del sentido de la vista)
- Taller 5: La familia (a partir del sentido del gusto)
El núcleo social transitó las siguientes temáticas:
- Taller 1: La epidemia de cólera (a partir del sentido del olfato)
- Taller 2: Las malas condiciones laborales (a partir del sentido del oído)
- Taller 3: Los escritos y publicaciones (a partir del sentido del tacto)
- Taller 4: La injusticia e indiferencia hacia los más pobres (a partir del sentido de la vista)
- Taller 5: Los amigos (a partir del sentido del gusto)
El núcleo espiritual pasó por el corazón estos temas:
- Taller 1: Elección a la vida religiosa (a partir del sentido del olfato)
- Taller 2: El encuentro con Elmina (a partir del sentido del oído)
- Taller 3: La predicación a través de su ser profesor (a partir del sentido del tacto)
- Taller 4: La búsqueda de Dios (a partir del sentido de la vista)
- Taller 5: La sabiduría y la humildad (a partir del sentido del gusto)
Fue una experiencia hermosa, y profunda a través de la cual, los estudiantes pudieron vivir y experimentar el sentido de comunidad, la amistad, el aprender jugando y compartiendo la vida con otros.
La caminata a la Plaza Aramburu fue toda una fiesta acompañada de música, batucada, magia y familiares de los estudiantes del colegio anfitrión.
El espíritu de alegría y solidaridad reinó en todo momento tanto en los estudiantes como en el personal docente que acompañó cada delegación y especialmente en todo el personal del Colegio Sagrada Familia que estuvieron presente en cada detalle para que todos los que participábamos estemos cómodos y nos sintamos como en casa.
El broche de oro fue el mural comunitario que recogió todo lo vivido, transitado, compartido, aprendido y disfrutado en el encuentro. Cada comunidad tenía destinado un espacio para dejar plasmado su paso por el encuentro, por el colegio y especialmente todo lo que pasó por su corazón.
Agradecemos todo el esfuerzo a cada comunidad educativa por brindarle esta experiencia a los chicos, y especialmente a la comunidad del Colegio Sagrada Familia por abrirnos sus puertas y sumarse a esta propuesta.
Que nuestros corazones sigan cantando junto al himno del encuentro: “Padre Ángel tu vida nos invita a cuidar y proteger nuestra creación. Con tu ayuda que podamos renacer a la vida con un nuevo corazón”.
Compartimos el testimonio de la mamá de una estudiante del Colegio Santísimo Rosario de Rosario:
«No quería dejar pasar la oportunidad de agradecer al colegio por el intercambio de estudiantes que se llevó a cabo en la ciudad de santa fe el fin de semana pasado. Realmente hicieron posible que los chicos puedan vivenciar un encuentro con niños de su misma edad en un contexto de paz, seguridad y alegría, nada fácil dado a los tiempos que estamos atravesando. Mención especial a la labor de las docentes, personal directivo y miembros de la Congregación, quienes pusieron todo su amor y vocación. Isabella regresó sumamente feliz, estoy segura que nunca se va a olvidar de este viaje, habiendo tenido la oportunidad de compartir unos hermosos días con chicos de su edad, conociendo otra forma de vivir, otras costumbres, poniendo a prueba, tal vez por primera vez, todo lo aprendido hasta acá, debiendo tomar sus propias decisiones, organizando sus pertenencias, tomando sus antibióticos ( aunque sé que recibió ayuda de la seño), funcionando como grupo, aceptando límites y respetando normas de convivencia.
Nada más que palabras de agradecimiento. Maravillosos los talleres, los temas abordados y la organización. Transmitieron a los chicos un entusiasmo hermoso
María Fernanda Martelli, mamá de Isabella Espinosa 7”C”.